miércoles, 24 de octubre de 2012

La leche: un producto cruel e insano


LA LECHE: UN PRODUCTO CRUEL E INSANO

Los productos lácteos son responsables directos de la muerte y el sufrimiento de los terneros, así como de las vacas productoras de leche. LA LECHE NO ES UN PRODUCTO LIBRE DE CRUELDAD.


El objetivo de este artículo es,  desmentir los mitos existentes sobre los lácteos y entregarte información actualizada y científicamente respaldada por importantes organismos de Salud Mundial. Eso sí, sólo se hablará de la perspectiva nutricional ya que hay un capítulo en particular que se refiere a la industria en sí misma:
·         Procesos para la obtención de leche,
·         Su consecuente maltrato hacia las vacas y terneros,
·      La desinformación sistemática de la sociedad respecto a estas prácticas cotidianas.


La leche de vaca está adaptada a las necesidades nutricionales de los terneros, que, a diferencia de los bebés humanos, doblan su peso en 47 días (para los humanos son 180 días), desarrollan cuatro estómagos, y pesan 1100-1200 libras en dos años. La leche de vaca contiene unas tres veces la cantidad de proteína de la leche humana y casi un 50% más de grasa.

Ninguna especie además de la humana bebe leche después de la infancia, y ninguna especie bebe la leche de otra especie (excepto los gatos y perros domésticos, que aprenden el hábito de los humanos).

Después de los cuatro años de edad, la mayoría de las personas desarrollan intolerancia a la lactosa, imposibilidad de digerir el carbohidrato lactosa (presente en la leche), debido a que dejan de sintetizar la enzima digestiva lactasa.

¿Pero nuestra salud?
¡Nuestros niños necesitan calcio…!

Es cierto que los lácteos son una buena fuente de calcio, pero también lo son las hortalizas de hoja verde (como el brócoli y las alcachofas ), las legumbres, patatas, champiñones, frutos secos y semillas , aparte de las algas , que son el alimento más rico.

Estos alimentos logran satisfacer TODAS nuestras necesidades nutricionales y, lo más importante, SIN RIESGOS PARA TU SALUD.

El prestigioso Dr. Michael Klaper afirma que:
“Los seres humanos no tienen absolutamente ninguna necesidad nutricional de la leche de vaca”.

El "Proyecto China" , el mayor estudio a largo plazo sobre la relación de la dieta y la salud, dirigido por el Dr. Colin Campbell de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos, arrojo   interesantes resultados: se ha demostrado que los países del tercer mundo (generalmente en África y Asia ) donde culturalmente jamás han consumido lácteos, no padecen osteoporosis y otras enfermedades relacionadas; cuando adoptan los hábitos occidentales, empiezan a desarrollar los mismos problemas de salud que afectan a nuestras sociedades.

"Contrariamente a las pretensiones de la industria láctea, esta pérdida ósea no es prevenida o detenida por un aumento del consumo de calcio tanto como por un descenso en el consumo proteico (...). Los alimentos ricos en proteína animal, como la carne, los huevos y los lácteos, lixivian calcio del organismo para neutralizar los subproductos ácidos resultantes de la descomposición del exceso de proteínas; esto provoca una pérdida neta de calcio. (…). A pesar de que la leche tiene mucho calcio, este calcio no es aprovechado convenientemente por nuestro organismo (en cambio un ternero sí lo puede aprovechar de forma correcta). 

Se han encontrado pruebas científicas sobre los riesgos de salud que conllevan el consumo de leche de vaca. Estos problemas son provocados por las proteínas, el azúcar, la grasa y los contaminantes que contienen los lácteos. La lista de problemas asociados es interminable, destacando:

·                    Alergias,
·                    Infecciones de amígdalas y oído,
·                    Asma,
·                    Anemia,
·                    Diabetes juvenil,
·                    Enfermedades coronarias,
·                    Artritismo,
·                    Sinusitis,
·                    Leucemia,
·                    Cáncer (de colon, próstata, pecho, ovarios y recto),
·                    Esclerosis múltiple,
·                    Osteoporosis,
·                    Cataratas, etc.

¿Qué hay de malo en los productos lácteos?

A continuación te presentamos un texto que es original del PCRM, siglas del Physicians Committee for Responsible Medicine (Comité de Médicos por una Medicina Responsable) (http://www.pcrm.org). Este comité estadounidense es una organización sin ánimo de lucro que fue fundada en 1985 y está apoyada por alrededor de 5.000 médicos y 100.000 seguidores. Entre sus recomendaciones figura la dieta vegetariana sin lácteos (vegana).

1.- Preocupaciones de Salud en Bebés y Niños

Las proteínas, el azúcar de la leche y la grasa saturada de los lácteos pueden representar riesgos de salud para los niños y conducir al desarrollo de enfermedades crónicas tales como obesidad, diabetes y formación de placas ateroscleróticas que pueden conducir a problemas cardíacos.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los bebés menores de un año no reciban leche entera de vaca, ya que la deficiencia de hierro es más probable con una dieta rica en lácteos. Los derivados de la leche de vaca son muy bajos en hierro. Si se convierten en una parte principal de la dieta, la deficiencia de hierro es más probable. Los cólicos son una preocupación adicional en relación con el consumo de leche. Uno de cada cinco bebés sufre cólicos. Los pediatras aprendieron hace tiempo que la leche de vaca era la razón.

Ahora se sabe que las madres que amamantan pueden tener bebés
propensos a cólicos si dichas madres consumen leche de vaca. Los anticuerpos de las vacas pueden pasar del flujo sanguíneo de la madre a la leche de su pecho y así al bebé. Además, las alergias a los alimentos parecen ser un resultado común del consumo de leche, particularmente en los niños.

Un reciente estudio también asoció el consumo de leche de vaca al estreñimiento crónico en los niños. Los investigadores sugieren que el consumo de leche produce llagas perianales y dolor agudo al defecar, conduciendo al estreñimiento.

El 90% de los pacientes de asma que fueron sometidos a una dieta totalmente vegetariana (sin carne, huevos o lácteos) experimentaron grandes mejorías en la frecuencia e intensidad de sus ataques (6). Según la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología, la leche es la primera causa de alergias alimentarias en los niños, provocando síntomas tan diversos como mucosidad nasal etc.

2.- Osteoporosis

La leche se recomienda para prevenir la osteoporosis, aunque la investigación clínica muestra que esto no es cierto. El Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard , que siguió a más de 75.000 mujeres durante 12 años, mostró que el aumento en el consumo de leche no tiene un efecto protector sobre el riesgo de fracturas. De hecho, el consumo superior de calcio procedente de los lácteos estaba asociado a un mayor riesgo de fracturas. Un estudio australiano obtuvo los mismos resultados. Además, otros estudios han demostrado que no hay ningún efecto protector de calcio lácteo sobre los huesos. Se puede reducir el riesgo de osteoporosis reduciendo el consumo de sodio y proteína animal en la dieta, aumentando el consumo de frutas y verduras, haciendo ejercicio , y asegurando un adecuado consumo de calcio procedente de vegetales tales como las hortalizas de hoja verde y las legumbres, así como productos enriquecidos con calcio como los cereales de desayuno y algunos jugos.

3.- Enfermedades Cardiovasculares

Los productos lácteos -que incluyen quesos, helados, leche, mantequilla y yogurt - aportan cantidades importantes de colesterol y grasa a la dieta. Las dietas ricas en grasa y grasas saturadas pueden aumentar el riesgo de diversas enfermedades crónicas como son las enfermedades cardiovasculares. Una dieta vegetariana baja en grasas que elimine los lácteos, en combinación con el ejercicio, dejar de fumar, y combatir el estrés, permite no solo prevenir los problemas cardiacos, sino también recuperarse de ellos.

Robert Cohen, autor de "Leche: el Veneno Mortal", estima que, cuando el americano medio llega a los 50 años, ha consumido la misma cantidad de colesterol procedente de los lácteos que el contenido en 1 millón de lonchas de bacon (2).

 4.- Cáncer

Diversos tipos de cáncer, como el de ovario, han sido relacionados con el consumo de lácteos. El azúcar de la leche, la lactosa, se descompone en el organismo en otro azúcar, la galactosa . A su vez, la galactosa se descompone más por la acción de las enzimas. Según un estudio del Dr. Daniel Cramer y sus colegas de Harvard , cuando el consumo de lácteos excede la capacidad de las enzimas de descomponer la galactosa, pueda acumularse en la sangre y pueda afectar a los ovarios femeninos. Algunas mujeres tienen niveles particularmente bajos de estas enzimas, y cuando consumen lácteos de forma regular, su riesgo de padecer cáncer de ovario puede alcanzar el triple que en otras mujeres.

Los cánceres de mama y próstata también han sido relacionados con el consumo se lácteos, presumiblemente asociado, al menos en parte, al aumento de una sustancia llamada factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1). El IGF-1 se encuentra en la leche de vaca y se ha demostrado que aparece en niveles superiores en la sangre de individuos que consumen lácteos de forma regular. Otros nutrientes que aumentan el IGF-1 se hallan también en la leche de vaca. Un reciente estudio demostró que los hombres que poseían los mayores niveles de IGF-1 tenían más de cuatro veces el riesgo de cáncer de próstata en comparación con aquellos que poseían los niveles más bajos.

5.- Diabetes

La Diabetes dependiente de insulina (tipo I o inducida en la infancia) está asociada al consumo de lácteos. Estudios epidemiológicos de diversos países muestran una fuerte correlación entre el uso de lácteos y la incidencia de esta diabetes. Los investigadores descubrieron en 1992 que una proteína específica de los lácteos provoca una reacción autoinmune, que se sospecha que es lo que destruye las células productoras de insulinas del páncreas.

6.- Intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es común en muchas poblaciones, afectando en Norteamérica aproximadamente al 95% de los asiáticos, al 74% de los nativos americanos , al 70% de los africanos , al 53% de los mexicanos , y al 15% de los caucásicos . Los síntomas, que incluyen molestias gastrointestinales, diarrea y flatulencia, suceden porque estos individuos no poseen las enzimas que digieren la lactosa. Además, aparte de estos síntomas no deseados, los bebedores de leche se están también arriesgando a desarrollar otras enfermedades crónicas y dolencias.

7.- Toxicidad de la Vitamina D

El consumo de leche puede que no proporcione una fuente consistente y fiable de vitamina D en la dieta. En los muestreos de leche se han encontrado variaciones significativas en el contenido de vitamina D, con algunas muestras que presentan hasta 500 veces el nivel indicado, mientras que otras poseían poca o ninguna. Un exceso de vitamina D puede ser tóxico y puede provocar niveles excesivos de calcio en la sangre y en la orina, una absorción superior de aluminio por el organismo y depósitos de calcio en los tejidos blandos.                                                                                                           

8.- Contaminantes

Se suelen utilizar comúnmente hormonas sintéticas como la hormona de crecimiento bovino recombinante (rBGH) para las vacas lecheras con el fin de aumentar la producción de leche. Cuyos fabricantes dicen que aumenta la producción de la vaca en un 20%. Eso no es todo. Según la advertencia gubernamental que, por ley, debe acompañar los paquetes de la BGH   de la empresa Monsanto, el uso de esta hormona "ha sido asociado con incrementos de quistes ováricos y desórdenes del útero" y puede aumentar el número de vacas aquejadas de mastitis (11). Las tasas superiores de infecciones en las vacas han conducido al aumento en el uso de antibióticos - en un momento en que los científicos dicen que el abuso de antibióticos ha provocado que cada vez más cepas de bacterias se vuelvan resistentes a los medicamentos. La Unión de Consumidores, que publica la revista Consumer Reports, advierte que unas tasas superiores de infección en las vacas también significan mayor presencia de pus en la leche que se consume (12). Algunos investigadores también desconfían de los efectos a largo plazo del consumo de leche de vacas tratadas con BGH. Por ejemplo, el Dr. Samuel Epstein, profesor de sanidad ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois, cree que dicha leche podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer en los humanos (13).

Como puedes ver, la creencia popular de que los lácteos son el "alimento perfecto" ya no se encuentra dentro de los estamentos de la ciencia y medicina. ¡¡¡Incluso, son considerados peligrosos para la salud!!!
                                                                                                                                            
Es una vida de vacas

Las vacas de nuestras granjas actuales viven sólo unos 4 o 5 años, en contraposición a la esperanza de vida de 20-25 años que gozaban las vacas de épocas anteriores. Para mantener a los animales en altos niveles de productividad, los lecheros las mantienen constantemente embarazadas mediante la aplicación de la inseminación artificial. Los granjeros también usan una gama de drogas, como la hormona de crecimiento bovino (BGH); la prostaglandina, que se usa para provocar el celo a la vaca cuando el granjero desea que sea inseminada; antibióticos; e incluso tranquilizantes, para influenciar la productividad y el comportamiento de las vacas.

¿Qué le sucede al ternero? 

Quizás el mayor dolor sufrido por las vacas de la industria lechera es la repetida pérdida de sus crías. Los machos son generalmente apartados de sus madres en las primeras 24 horas y vendidos por subasta para la escandalosa industria de la ternera o a los productores de vacuno. Si se mata la ternera de joven, su cuarto estómago es también usado en la elaboración del queso; contiene renina, un enzima usado para cuajar (o coagular) la leche y convertirla en queso. El cuajo, de cuya membrana es un extracto la renina, también puede ser usado en este proceso. Es posible producir queso sin cuajo (disponible en tiendas de dietética), pero la íntima conexión entre las industrias lecheras, cárnicas y peleteras hacen que sea más barato para los productores de queso usar despojos de ternero que un enzima de origen vegetal. Tras 60 días, la vaca será embarazada de nuevo. Durante unos siete meses de sus siguientes nueve meses de embarazo, a la vaca le seguirán ordeñando la leche destinada para su ternero anterior. Una típica vaca lechera industrial parirá tres o cuatro veces en su corta vida. Cuando su producción de leche decae, es enviada al matadero.

Referencias:
(1) Dana Wood, W, Nov. 1996, p. 114.
(2) Robert Cohen, “Milk: The Deadly Poison,” Earth Island Journal, Summer (Southern Hemisphere) 1997-98, p. 19.
(3) “Calcium: High Intakes May Double Hip Fracture Rates,” Lunar Osteoporosis Update, Nov. 1997.
(4) Neal Barnard, M.D., Eat Right, Live Longer (New York: Harmony Books, 1995), p.162.
(5) John A. McDougall, M.D., and Mary A. McDougall, The McDougall Plan (Piscataway, N.J.: New Century Publishers, Inc., 1983), p. 52.
(6) John Robbins, Diet for a New America (Walpole, N.H.: Stillpoint Publishing, 1987), p.300.
(7) “Some Doctors Can’t Swallow ‘Drink Your Milk’ Admonition,” Las Vegas Review-Journal, 8 Mar. 1996.
(8) McDougall, op.cit., pp. 49-50.
(9) Jack Anderson and Dale Van Atta, “Stray Voltage Killing U.S. Dairy Cows,” The Washington Post, 9 Aug. 1989.
(10) Marla Cone, “State Dairy Farms Try to Clean Up Their Act,” Los Angeles Times, 28 Apr. 1998, p. A1.
(11) The Humane Farming Association, “Special Report: Bovine Growth Hormone,” 1994.
(12) Kathleen Day, “Dairy, Consumer Groups Udderly at Odds on Cow Hormone,” The Washington Post, 2 May 1995, p. D1.
(13) Anita Manning, “Risk of Cancer Debated,” USA Today, 23 Jan. 1996, p. 1D.

 *Fuente: PETA (Personas por un Trato Ético hacia los animales)

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