sábado, 31 de marzo de 2012

Binomio de crueldad: antirrábicos y experimentación animal en la Ciudad de México

Binomio de crueldad: antirrábicos y experimentación animal en la Ciudad de México

Por Liliana Dircio**


La pasta dentífrica para refrescar tu aliento, la caja de tu cereal favorito, la pastilla para esa jaqueca desquiciante, el tinte para tu cabello, el perfume o loción de tu línea favorita, los  somníferos para conseguir estar en los brazos de Morfeo, el saborizante artificial de tu helado de fresa o de pistache, el esmalte de los muebles en tu casa, el antigripal de moda de la firma farmacéutica reconocida o desconocida... casi todo lo que tú consumes ha sido antes probado en otras vidas.
Nos referimos a la experimentación con animales, práctica institucionalizada en la medicina experimental desde el siglo XIX. Consiste en la manipulación expresa de diversas especies de animales a situaciones y estados patológicos, con el fin de obtener un determinado efecto o resultado hipotético, el cual a través de la sistematización, se convierte en un conocimiento generalizado.
De esta forma, varios animales son utilizados en prácticas académicas; en toxicología, por empresas farmacéuticas y cosméticas para probar sus productos; en institutos de investigación y hospitales; en experimentos de biotecnología, y en prácticas militares.
Según Vernon Coleman, médico inglés objetor al uso de animales en experimentación, un promedio de 100 mil a 125 mil animales son utilizados cada hora en diversas partes del mundo, es decir, alrededor de 250 millones de animales son sacrificados anualmente. Otras organizaciones de bienestar animal señalan cifras entre 300 y 500 millones. No se sabe a la fecha un número exacto, esto se debe, principalmente, a la ausencia de un control riguroso sobre la cantidad de especies y sus miembros usados en los protocolos. Hasta ahora, no existe una entidad federal o local en la mayoría de los países, responsable en censar estos datos de manera estricta.
Sólo Estados Unidos requiere al año alrededor de 17 y 70 millones de animales, sin contar pequeñas especies como ratones, ratas y pájaros, las cuales representan el mayor porcentaje -un ochenta y noventa por ciento- de animales usados. Inglaterra, país que solicita a sus investigadores reporten el número de experimentos realizados, utiliza entre 3 y 5 millones de animales por año.
En México, no contamos ni siquiera con un esbozo de cifra, ante la inexistencia -como ya se mencionó- de alguna institución oficial interesada en recabar los datos. La Secretaría de Salud, hospitales pertenecientes al IMSS e ISSSTE, SAGARPA, firmas farmacéuticas y de cosmética y universidades, "cuentan con alrededor de 100 a 150 bioterios", según la revista Elementos, órgano periodístico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP. Pero el número y especies de animales, sigue siendo desconocido.
En un intento de clarificar números, la misma BUAP reportó en 1999 el uso de animales en su bioterio, de octubre de 1998 a julio de 1999 utilizó una cantidad de 14,969 seres vivos.  Representada  de la siguiente manera: 4,125 ratas; 3,751 ratones; 2,882 embriones de pollo; 2,854 perros; 507 cobayos; 436 conejos; 212 anfibios; 93 tortugas; 74 gatos y 35 hámsteres.  
El editor de Elementos, Enrique Soto, hace una observación sobre la cifra elevada de perros: de los 2,854, se utilizaron 2,754 para prácticas en la Facultad de Medicina de esa universidad,  "... y nos consta, hasta hace muy poco recibían un trato nada humanitario", revela el editor.
El Centro UNAM-Harlan, ubicado en la Facultad de Química en Ciudad Universitaria, produce entre 15 mil y 18 mil ratas y ratones ¡a la semana! O sea, una producción anual de 720 mil a 864 mil animales, los cuales son vendidos a la industria farmacéutica, a otros centros universitarios, y por supuesto, a la propia UNAM.
Las cifras reveladas por el bioterio de la BUAP, 14,969 animales utilizados en nueve meses, y el centro UNAM-Harlan, con un promedio de 800 mil producidos en un año, son  los números reportados de sólo dos instancias relacionadas con la experimentación de animales en nuestro país. Quizás sirvan de ejemplo para tener una idea de la cantidad de animales usados en territorio nacional.
Según sean los fines del experimento o de la práctica, será empleada la especie animal, el prototipo está representado por ratones, ratas, conejos, peces, gatos y perros. También se utilizan tortugas, moluscos, arácnidos, cerdos, mamíferos marinos, aves, primates, caballos, corderos, vacas y otros roedores.

PROVEEDORES DE LA MATERIA PRIMA

Milly Schär-Manzoli -periodista suiza, premiada con la Medalla Albert Schetzer por sustentar el movimiento antiviviseccionista- reveló, a través de sus investigaciones, cómo el uso de animales para la investigación se ha convertido en un negocio redondo, en una industria. Esto se debe a la existencia de una pirámide construida con un preciso orden de dominio, donde se encuentran empresas químicas, criaderos, instalaciones, traficantes, equipo de restricción para los animales, alianzas políticas y la publicidad de los medios de comunicación, los cuales han ejercido un papel determinante en una cultura consumidora de medicamentos y productos farmacéuticos, muchos de ellos, como lo indica la OMS, innecesarios.
La materia prima en la industria de la experimentación in vivo, evidentemente son los animales. Pero, ¿de dónde provienen estos?, ¿quiénes se encargan de “surtir pedidos” de animales a los institutos, hospitales y escuelas? Revisemos.
Como ya hemos señalado, se estima el uso anual de más de 500 millones de animales para investigación; sin embargo, esta aproximación  sólo toma en cuenta aquellos utilizados en los experimentos, no contempla los criados para tales fines. Los animales reproducidos para abastecer laboratorios, cuando se vuelven un excedente o no alcanzan el estándar de "animal de laboratorio", son sacrificados. Si se añadieran estos animales a las estadísticas anuales, el número total de involucrados en la experimentación, aumentaría a varios miles más.
Los animales en los experimentos son vistos como instrumentos de laboratorio. Las empresas  los venden a través de catálogos como otros  productos intrínsecos del quehacer científico, haciendo énfasis en la entrega rápida y fácil "del pedido", los animales pueden contar con virus, bacterias o mutilaciones requeridas por el comprador, son los llamados "animales a la carta". Las compañías dedicadas a la crianza y venta, reproducen en su mayoría roedores, los cuales representan entre un ochenta y noventa por ciento de las especies utilizadas en los laboratorios. El uso constante de roedores, afirma la bióloga Nuria Querol, no se debe propiamente a razones científicas (anatómicas, metabólicas o inmunológicas), sino a cuestiones prácticas: son fáciles de manejar, baratos de mantener  y adquirir, ocupan menos espacio y una hembra puede producir de cincuenta a cien crías al año.
Ana María Reyes, químico técnico, ex empleada del área de toxicología de la Facultad de Medicina de la UNAM, comenta respecto al uso de roedores: "Principalmente, en toxicología se trabaja con ratones y ratas, nosotros lo hacíamos no porque fuera el mejor tipo de animales para sustituir al organismo del hombre, sino porque es muy sencillo conseguirlos y cuesta poco mantenerlos".


Harlan México

Una de las principales multinacionales, productora de equipo, alimento y venta de animales para experimentación, es Harlan. Fundada en Estados Unidos, en 1931, tiene sucursales en el Reino Unido, España, Alemania, Italia, Francia, Israel, Holanda y México. Vende aproximadamente a treinta países, incluyendo compañías farmacéuticas, bioterios, universidades e instituciones del gobierno. Sus especies reproducidas son perros beagles, cerdos miniatura y, por supuesto, roedores, los cuales, en la tasación de animales, descuellan en más de doscientas cepas y estirpes. La empresa ofrece ratas y ratones exogámicos, endogámicos (genéticamente idénticos), envejecidos, híbridos, mutantes, transgénicos y congénicos; además, hay hámsteres, gerbos  y cuyos.
En los noventa aparece Harlan México, S.A. de C.V., ubicada en Avenida Baja California No.161, colonia Roma, en el Distrito Federal. Uno de los principales promotores del uso de animales de laboratorio en nuestro país es el  veterinario zootecnista Ciro Lomelí  y Flores, director general de Harlan México. Egresado de la Facultad de Veterinaria de la UNAM,  también es editor y director en México de Animales de Experimentación, revista hispanoamericana de divulgación, como su nombre lo indica, sobre experimentos con animales.
En 1998, Ciro Lomelí y Hal Harlan (accionista mayoritario de la empresa) visitaron el bioterio de la Facultad de Química en Ciudad Universitaria con el objetivo de   remodelar las instalaciones y firmar un convenio, surge así el Centro UNAM-Harlan para la Producción de Animales de Laboratorio, ubicado en la planta baja de la Unidad de Experimentación Animal de la facultad.  El centro comenzó a funcionar en marzo de 2001 y en junio inició la comercialización de los animales (roedores). El Centro UNAM-Harlan vende miles de ratas y ratones a la semana a los principales laboratorios farmacéuticos del país, a otras universidades y a los institutos de Biotecnología, Neurobiología y Biomédicas, a la propia Facultad de Química, a Juriquilla y a Cuernavaca. Asimismo, exporta a Estados Unidos productos de origen animal como sueros y glándulas salivales; y a Brasil y Panamá, animales vivos.
Harlan además de vender roedores convencionales, ofrece animales manipulados, como son ratones transgénicos inoculados con el virus del SIDA, VIH. Para saber su precio, el laboratorio o investigador debe solicitarlo directamente a las oficinas. Si al cliente no sólo le interesa un animal de determinada cepa o raza, sino con alteraciones quirúrgicas como extirpación del timo e hipófisis, lesiones en la médula, en el bulbo olfativo y ligadura de arterias y venas, deberá pagar lo marcado en la siguiente lista.



TIPO DE CIRUGÍA                                                            PRECIO POR ANIMAL                                                                                                 

RATAS
RATONES
Desmedulación Adrenal
$8.40
$13.20
Adrenalectomía (extirpación de las glándulas suprarrenales)
5.95
7.80
Ligadura del Conducto Biliar
14.30
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Canulaciones:
Conducto Biliar (Extremo libre)
30.10
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Conducto Biliar (Asa Continua)
45.25
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Arteria Carótida
30.10
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Arteria Femoral
30.65
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Vena Femoral
30.65
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Vena Yugular
28.25
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Combinación de los anteriores

Solicite Precios
Castración
4.90
4.90
Hipofisectomía (extirpación de la hipófisis)
8.40
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Histerectomía
7.25
7.25
Implantes (Subcutáneos)

Solicite Precios
Nefrectomía (extirpación de riñones)
8.40
6.70
Bulbectomia Olfatoria (lesión en el bulbo olfativo)
11.55
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Ovariectomía
5.35
5.60
Ovariohisterectomía
7.25
7.25
Pinealectomía (extirpación de la glándula pineal)
9.65
-----
Sialectomía
10.25
11.80
Esplenectomía (extirpación del bazo)
6.35
7.85
Timectomía (extirpación del timo)
21.00
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Tiroparatiroidectomía
8.40
12.60
Vasectomía
8.40
9.15


El Centro UNAM-Harlan, dependiendo de la cepa, sexo y edad,  maneja también los precios de cada ejemplar. Los más accesibles se encuentran entre 12 y 18 pesos; los más caros, alrededor de 100 pesos. Para los estudiantes de la Facultad de Química hay descuentos hasta del sesenta por ciento.
Una vez solicitado el pedido, los cargos por envío se pagan por adelantado. Dependiendo del tipo de caja y del peso de los animales, así como la distancia -independiente de los cargos aduanales-, será el costo. La empresa recomienda al comprador, señale al momento de ordenar, si el producto requiere alguna alteración específica, de esta manera "recibirá los animales con la condición que usted especificó", garantiza el departamento de ventas.
En nuestro país, Harlan no produce perros beagles y cerdos miniatura, sino la casa matriz en Estados Unidos. Sin embargo, México, como otros países, puede solicitar pedidos e importar estos animales. Los perros beagles es la raza canina más reproducida por las compañías dedicadas a abastecer a los laboratorios, debido a su comportamiento extremadamente noble y a su tamaño manejable en los experimentos donde se utilizan animales más grandes.


Colaboración de los antirrábicos



Cuando los laboratorios, las escuelas y los bioterios de hospitales y centros de investigación  no tienen suficiente presupuesto para adquirir un perro o un gato de criadero de las empresas dedicadas a la producción de animales, cuentan con una socorrida alternativa, en la cual no lidian con gastos de envío y de embalaje, no hacen los pedidos con tiempo, ni pagan en un lapso señalado por una empresa. Todo este proceso es simplificado por la participación de las perreras o centros antirrábicos. 
La donación de animales por parte de los antirrábicos para fines experimentales se observa más acentuada en países donde la subvención para investigaciones se encuentra limitada, esto no descarta que países como Estados Unidos e Inglaterra no obtengan animales de tales lugares. En 1998 se suscitó un escándalo en Francia cuando se hallaron en laboratorios, gatos caseros con sus collares y placas, los cuales habían sido abandonados en antirrábicos. Y en Estados Unidos, el doctor James Wyngaarden, del Instituto Nacional de Salud, reveló en la revista American Medical Association la captura por parte de las perreras de doscientos mil gatos y perros cada año para enviarlos a experimentos.
En los antirrábicos de nuestro país está totalmente extendida la entrega de animales para investigación, pero ¿qué hay en torno de un centro antirrábico? ¿Cumple exclusivamente con funciones sociales para las cuales fue creado? ¿Cuál es la situación de los animales adentro y cómo se maneja su entrega a los laboratorios?
A lo largo y ancho de la República Mexicana existen perreras municipales, en el Distrito Federal se encuentran nueve antirrábicos y seis en la zona conurbana. "Lo primero que debemos mencionar, es que los centros antirrábicos no existirían si las personas fuéramos responsables", afirma la doctora Bertha Camila García, quien fue coordinadora del Programa de Antirrábicos y Socorrismo de la asociación civil Comité Pro Animal, para referirse a la problemática social de los miles de perros y gatos abandonados en vía pública, a causa de la irresponsabilidad de la población civil.
Cuando los centros de control canino recogen perros en vía pública, deben llevarlos a sus instalaciones y esperar un tiempo –generalmente, tres días- en el cual los propietarios del animal puedan ir a reclamarlo y pagar una multa para sacarlo del lugar. Sin embargo, Comité Pro Animal, AASCHA, Fundación Hagckenberg, Protectores Independientes de Animales (PIA), y anteriormente Asociación Nacional para la Aplicación de Leyes de Protección a los Animales (ANPALPA), han presenciado y recibido quejas de la ciudadanía sobre el actuar de los antirrábicos. De acuerdo a sus testimonios, se han observado camionetas  ejecutantes de  razzias, capturando animales con placa y collar o en condiciones que puedan señalar al perro con posibilidad de tener dueño, de esta manera el personal del antirrábico trata de asegurarse una gratificación económica a cambio de la vida del can.
La doctora García revela cómo un antirrábico atrapaba a los perros y los empleados estacionaban la camioneta hasta dos horas en la calle donde se realizaba la redada, para esperar a los dueños con el fin de pedirles dinero para devolverles sus animales. Al personal no le importaba si la razzia se llevaba a cabo en zona de rabia, simplemente donde veía  cierto número de perros buscaba negociar sin solicitar certificados de vacunación.
En otros antirrábicos, las multas se han elevado a cuotas en ocasiones inaccesibles para la gente. Y si los perros son de raza -ya sea capturados o entregados por el propio dueño- no son sacrificados, como debería ser, según lo marcan los lineamientos, sino son explotados para reproducción y venta. Es el caso del antirrábico de Tláhuac, donde el personal es el mismo desde hace quince años, y de acuerdo a quejas de personas a quienes les han recogido sus animales, no se los regresan, argumentándoles la alta peligrosidad de sus mascotas, las cuales, aparentemente serán sacrificadas. "Pero no lo hacen. Ahora ya no son solamente los criaderos clandestinos en Tepito o los establecidos, los que explotan a los perros, sino ciertos antirrábicos", enfatiza la doctora García. Esta actividad es contradictoria, señalan las organizaciones de bienestar animal, porque el objetivo de los centros de control canino es, justamente, controlar la sobrepoblación canina, no fomentar la reproducción.
Dentro de los actos ilícitos de  las perreras en el Distrito Federal, está la donación de perros y gatos para las instituciones de investigación, éstas siempre ofrecen algo a las primeras, puede ser dinero o artículos, a cambio de animales. "Tenemos conocimiento de un antirrábico, que inclusive en época navideña recibe hasta su caja de bebidas alcohólicas", comenta la Dra. García para referirse a la especie de "trueque", como ella lo llama, entre las instancias de investigación y los antirrábicos. De hecho, es uno de los motivos para realizar redadas caninas: la entrega de animales a laboratorios.


"La antesala del infierno" [1]

Al escuchar los chillidos frena su carrera y gira hacia la dirección de donde huía, con la cabeza y orejas erguidas, y las fosas nasales extendidas, mira la situación, lo han capturado, su instinto la impulsa a salvarlo, pero es tarde, ni siquiera ella puede ahora escapar, unos segundos de confusión bastan para lazarla. Minutos antes se encontraba echada sobre la banqueta con su cachorro de tres meses, su camada nació con seis miembros en unos tubos de drenaje olvidados en la calle, pero sólo sobrevivieron cuatro, dos se los llevaron unos niños, quedando un par más. Ella hace un tiempo tuvo un hogar, pero sus dueños se cambiaron de vecindario, dejándola abandonada en la vía pública; sin embargo, una vecina  diariamente se encarga de proporcionarle alimento y llenarle con agua una bandeja amarilla atada a un árbol.
Es una perra de talla mediana, robusta, sus cachorros también están regordetes, gracias a la manutención de la señora interesada en proporcionarles una parte de bienestar. Es jueves, casi mediodía, el calor arrulla a la madre y a su cría, la otra no está, quizá se halla quedado en el tubo donde nació, lo identifica como refugio y algunas veces no acompaña a su hermano y progenitora, hoy es una de esas ocasiones, no siguió a su familia, la cual no regresará más a descansar al tubo. 
El entresueño de la perra y su cachorro se interrumpe ante los sonidos de alarma. La camioneta se estaciona con un rechinar de llantas, bajan dos hombres con rapidez, uno jala la trampa atorada en la jaula donde yacen ocho perros, el otro, eleva en círculo el lazo para capturar a un perro blanco, pero falla. Las feromonas desprendidas por la angustia de los perros enjaulados y por aquél que escapó, llegan al sensible olfato de la hembra, quien ya incorporada huye al ver acercarse con cautela, al hombre con la trampa en manos. No tan ágil como su madre, el cachorro es cercado, se repliega al suelo con las orejas hacia atrás, el lazo de la trampa ciñe su pequeño cuello, al sentirlo llora y se retuerce. Sin mayor esfuerzo, el empleado lo levanta en vilo con el instrumento de captura y lo arroja con los demás animales.
La hembra, desconcertada, al retroceder y acercarse a la camioneta atraída por su cachorro, ha quedado entre ésta y el otro lazador, mira de un lado a otro. Sin demora, el  lazo cae sobre su cabeza. Mastica la cuerda, entonces es jalada hacia el suelo, momento en el cual otro lazo la prende de las patas traseras, se revuelca y jadea. Un empleado maneja los extremos de ambos lazos, mientras el otro abre la compuerta de la jaula... uno, dos, tres, tiran de los lazos y el cuerpo maniatado es azotado contra las rejas. Cierran rápido la jaula, la parte final de la cola no ha entrado y es prensada, surge un lamento atroz. Los perros adentro, unos se inquietan, otros se arrinconan. Los lazadores, bajo las miradas de los curiosos transeúntes, se deslizan en sus asientos y cierran las portezuelas. Una joven se acerca, les pide no se lleven a "Osa" y a su cachorro, la respuesta es un motor en marcha.
"Osa" y los demás perros son llevados a "la antesala del infierno", donde una vez ingresados y no ser rescatados por sus dueños, sus destinos tienen tres posibles direcciones.
Una, en un lapso de tres días serán sacrificados. Durante su estancia, en varios antirrábicos no les proporcionan agua y alimento. Los métodos autorizados para sacrificio de perros y gatos por la Norma Oficial Mexicana NOM-033-ZOO-1995 son, el aparato eléctrico y el pistolete, el primero consiste en colocar una pinza en el bulbo raquídeo (zona del cerebelo) y otra en la base de la cola (columna vertebral), ambas conectadas a cables, la muerte se produce por descarga eléctrica; el segundo método es disparar un émbolo oculto en forma de clavo, en el punto de cruz ubicado en la base frontal de la cabeza.
Los dos métodos implican sufrimiento para los animales, dadas las condiciones de estrés en las que se encuentran, su manejo es más difícil. El pistolete debe ser un disparo exacto en el lugar correspondiente, de no ser así, produce un dolor agudo en la víctima, además del derramamiento abundante de sangre; con el aparato eléctrico es necesario humedecer con agua sólo las partes del cuerpo donde se colocarán las pinzas, esto difícilmente llega a suceder, o bien lo mojan todo o lo dejan seco, el animal muere quemado tras varias descargas fallidas.
La eutanasia con barbitúricos también está señalada, sin embargo se realiza en menor escala, dada la carencia de medios económicos para adquirir medicamento y pagar a personal capacitado. Las organizaciones de ayuda animal son quienes aplican este método, tras buscar el diálogo con las autoridades sanitarias y de los antirrábicos para poder entrar y supervisar a éstos. Para realizar este trabajo, las asociaciones civíles no reciben apoyo monetario de las instancias gubernamentales, es la misma agrupación quien cubre los gastos con sus medios para adquirir los medicamentos.
Otras formas de sacrificio no autorizadas pero ejecutadas, sobre todo en perreras municipales, son las siguientes: envenenamiento, cámara de gas -la cual requiere quince minutos para la pérdida de conciencia y treinta para provocar la muerte-, ahorcamiento y muerte producida por golpes.
El segundo fin que puede tener un animal en estos centros, es el de su venta y reproducción. Cuando llega un perro de raza en buenas condiciones, hembra o macho, los empleados no siempre  hacen el reporte de ingreso. Pueden venderlo a personas dedicadas al comercio de perros, ya sea en vía pública -actividad ilícita- o en locales establecidos; alquilarlo como semental si es macho y, si es hembra, reproducirla para venta de cachorros. Sobra decir que durante este proceso los animales se deterioran y adquieren enfermedades.

Un tercer fin de los perros y gatos en los antirrábicos, es la donación a laboratorios. "El maltrato que los centros antirrábicos cometen  con los animales empieza desde su captura y manejo, los tienen sin comida y sin agua, hasta otorgarlos a instituciones de experimentación, en donde su muerte es lenta y dolorosa", asevera la doctora García, quien antes de ser miembro de Comité Pro Animal  y supervisar los sacrificios en antirrábicos, fue médico de base en el Hospital General de México. Durante su estancia rescató un perro del bioterio, al cual le habían practicado los cirujanos plásticos, suturas en el corte de orejas; los gastroenterólogos le extrajeron la mitad del estómago en una gastrostomía parcial; los médicos de servicios de urgencias le hicieron una traqueotomía; y otros más realizaron una venovisección (localización de una vena por medio de una incisión para llegar directamente a ella por debajo de los tejidos). Un total de siete prácticas quirúrgicas fueron realizadas en el organismo del animal.
El uso de tantos perros y gatos en protocolos de nuestro país se debe, en gran medida, a la facilidad otorgada por los antirrábicos. Los animales de estos centros son catalogados como de "desecho", sobre los cuales no se aplica ética o responsabilidad alguna, por lo tanto son enviados como "material" de práctica experimental: "...si el investigador o estudiante, lo hace bien o mal, si la evolución de la cirugía es o no la adecuada, si la anestesia sobrepasa o no la dosis, no importa, ya que se está trabajando sobre un animal que nadie va a reclamar, para eso se lo dieron." Al no representar mayor dificultad su obtención, los animales del antirrábico no son valorados ni en términos económicos en el experimento. "Me tocó ver morir perros en estado de putrefacción, les hacían transplantes de pulmón y al no aplicarles dosis adecuadas para evitar el rechazo del  órgano ajeno, se les gangrenaba, al igual las suturas. Es una manera terrible de morir", enfatiza la rescatista de la organización civil en torno a los animales donados.
El animal proveniente del antirrábico y destinado a experimentación, padece doble sufrimiento. Primero porque es sometido al maltrato durante la captura, donde lo jalan, azotan, patean y lo vuelan con el lazo hacia la camioneta. Para los lazadores, "entre más emocionante sea la captura, es mejor". La doctora habla sobre la actitud de los empleados:

... muchos son castigados de otra dependencia del mismo municipio o delegación, como hay un sindicato que los ampara, sus patrones no pueden despedirlos aún cuando sean corruptos, indisciplinados o alcohólicos, entonces, ¿cómo solucionar el problema? Mandándolos  a los centros antirrábicos. No todos son así, pero con frecuencia, los mandan como castigo a trabajar en estos sitios.

Hasta compiten y hacen apuestas por maltratar más a los animales. Cuando los avientan al interior del vehículo donde salen a realizar las redadas, no hay precaución en separar hembras en celo, bullterriers u otros perros dominantes, ante la situación de estrés se lesionan severamente durante el trayecto: "A veces nos llegan asfixiados, con costillas rotas, extremidades fracturadas o muertos por las riñas".
Ya en la perrera, el animal resiente el ambiente, extraña su espacio, su alimento y el contacto con sus dueños o personas quienes le proporcionaban un mendrugo de comida si vivía en la calle. Algunas jaulas individuales llegan a tener veinte perros, pero también las hay comunales,  la parte trasera de la camioneta es comunicada con éstas. Para bajarlos son lastimados con varillas. Dentro de la comunal pueden permanecer seis u ocho días. Después, algunos son sacrificados y otros recogidos por los laboratorios o universidades. Una vez más, para subirlos al transporte de la instancia solicitante y bajarlos a su llegada, son maltratados. Dependiendo, de los criterios de la institución, serán los días de cuarentena, entonces, después de casi un mes de su captura pasan "a lo peor de lo peor... comienza su vía crucis".
El segundo padecimiento, el más doloroso para el animal, inicia con el tipo de práctica experimental. Según sea el área o especialidad médica, serán destinados los animales, por ejemplo, el Instituto Nacional de Cardiología solicita a los antirrábicos treinta perros cada mes para cirugías y trasplantes; mientras el de Neurología, emplea gatos para colocación de electrodos invasivos en cerebro.
Las autoridades de las instituciones de investigación, en ruedas de prensa o en foros, como el acontecido con relación al artículo de la Ley de Protección a los Animales, donde prohíbe a los antirrábicos donar animales para experimentación, afirman que los animales no son maltratados y la forma de sacrificio es humanitaria. Pero, de acuerdo con las asociaciones de ayuda animal, no hay manera de corroborar estas versiones porque  no hay  en nuestro país algún organismo responsable para inspeccionar las condiciones y sacrificio en los laboratorios y universidades. Las organizaciones no gubernamentales han ofrecido su apoyo para llevar a cabo dicha supervisión, sin embargo constantemente se encuentran con los muros representados por las autoridades de cada centro de investigación. Y aun cuando existen comités de bioética y vigilancia, éstos no cumplen con su cometido, pues están compuestos por los mismos médicos e investigadores de las instancias. En este sentido, el consenso de criterios de una visión interdisciplinar, una de las bases de la bioética, no se aplica.
Pero no sólo los antirrábicos pueden abastecer de animales domésticos a los laboratorios, hay grupos o personas dedicadas a comprar o robar. En España, organizaciones de ayuda animal han identificado camionetas paseando perras en celo para atraer animales, los cuales al acercarse son capturados y subidos al vehículo. En el Instituto de Neurología de la ciudad de México, una manera de obtener gatos es a través del “gatero”, persona que atrapa a los felinos de colonias aledañas, para después venderlos al laboratorio del recinto hospitalario. Miles de animales de compañía desaparecen cada año sin que sus dueños sospechen jamás el terrible destino que les espera.
La donación de animales para los laboratorios por parte de los centros antirrábicos, al ser una actividad prohibida por la Ley de Protección a los Animales en el Distrito Federal, necesita una supervisión rigurosa, como afirma la doctora García. Pero no sólo es trabajo de las asociaciones civiles el velar por la ley, sino de las propias autoridades sanitarias en función de un auténtico control de los animales empleados en investigación; y, finalmente, de la participación activa de la ciudadanía sobre la responsabilidad de un animal de compañía, al no abandonarlo o permitirle deambular en vía pública, y controlar su reproducción a través de la esterilización (de una sola hembra en un lapso de siete años, su descendencia supera los cuatro mil individuos, en la ciudad de México, se estima que por cada diez habitantes, existen seis perros). La sobrepoblación canina y felina es una problemática de orden social, resultado de la ausencia de políticas educativas en la sociedad. El abastecimiento de animales provenientes de perreras para experimentos y sus implicaciones es una de las aristas insertadas en el tema.
Finalmente, para hacer un balance crítico de la experimentación con animales, es conveniente no confundir el valor de la ciencia con la empresa científica. Detrás del objetivo legítimo de velar por la salud humana se ha erigido y amparado una industria de la experimentación con animales. Industria motivada por intereses económicos muy fuertes, convirtiendo a la medicina en un juego de números.
Sin embargo, el propio avance de la ciencia y la tecnología ha permitido crear modelos substitutos de animales, fomentando el progreso científico bajo métodos rigurosos y costoeficientes. Su auge dentro de las áreas experimentales depende, en gran medida, del cambio intelectual y moral de los investigadores y de todos que contemplan que el modelo animal es el mejor camino de la ciencia experimental.

** Este reportaje fue parte del trabajo de investigación de titulación de la periodista Liliana Dircio y apareció publicado para su difusión en el primer número de la revista Tiempo Animal.

Lectura recomendada:
Historieta We 3 (Nos 3), realizada por Grant Morrison y Frank Quitely, plantea el uso de animales domésticos extraviados que terminaron en un experimento militar estadounidense. La historieta se encuentra en la red sólo en inglés, pero puedes solicitar la versión en español a dircioazul@gmail, y se te enviará en archivo electrónico.


[1] Con este nombre, las organizaciones de ayuda animal se refieren a los antirrábicos por el dolor y sufrimiento albergados en tales lugares, son la estancia previa de los perros y gatos antes de ser trasladados a los laboratorios. El “infierno mismo” lo constituye, precisamente, los centros de experimentación, donde los animales mueren, después de ser capturados y sometidos a una serie de torturas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Donde quieren que experimenten..en sus hijos?? Es necesara la experimentación en animales la cuestion es la forma en la que se hace, no debe ser indiscimindad, simpre teniendo en cuenta el máximo bienestar que les podemos ofrecer a nuestros animales.
Respecto a los antirabicos es una lastima que sigamos tratando a los animales como objetos y no como seres que sienten, consecuensia de un decaimiento de la sociedad, que esta corrompida, jamas podremos trtar bien a los animales cuando somos inhumanos con los projimos.

Alicia Sangineti dijo...

Anónimo:
Primero lamento que no puedas hacer público tu nombre. Como verás yo no tengo problema y doy la cara.
Qué la experimentación usando animales es "necesaria"?... con un criterio tan anticientífico como el de considerar válido per se lo que se viene haciendo en especial desde el siglo XIX, cuando ya avanzamos el siglo XXI, es inmoral además de ignorante.
Esta es una práctica no sólo innecesaria si no que viene contribuyendo en el retraso de la investigación clínica (que es lo si serviría para comprender la salud humana). Hay, también, numerosos ejemplos de resultados obtenidos en no humanos y que luego fueron perjudiciales en humanos.
Hoy en día existen numerosas y avanzadas técnicas de experimentación que no usan animales no humanos. Informate!!!!...
Finalmente, llegado el caso, si que sería más productivo y mucho más justo que experimentasen usando sus propios hijos, en vez de millones de seres inocentes forzados a la esclavitud y la tortura.

Ana dijo...

¡Buen trabajo! Un error en el apellido de Albert Schweitzer ¿Me podrías enviar tu tesis? ana_rb@yahoo.com

Rebeca Furlong dijo...

Es muy triste ver tanto maltrato a los animales,sobre todo de perros y gatos!!!! Pero en realidad la culpa es de las personas que los echan a la calle y se vuelven perros y gatos callejeros.Donde queda nuestra responsabilidad juzgamos a las instituciones del gobierno cuando el problema lo causamos nosotros mismos!!!!

Alicia Sangineti dijo...

Rebeca Furlong: es cierto que la gente suele sensibilizarse más cuando ve las injusticias y el dolor al que son sometidos perros y gatos, pero eso ocurre por puro especismo. Porque la mayoría de la gente suele considerar "amigos" a perros y gatos, aunque son pocos quienes realmente los respetan como individuos, pero esa misma mayoría considera objetos de consumo a otros millones de animales como vacas, cerdos, pollos y tantos otros.
La verdad es que sólo habrá justicia y respeto para perros y gatos cuando esto pueda ocurrir por igual para todos los animales, sin discriminaciones arbitrarias.

Tiempo Animal dijo...

Totalmete de acuerdo con los comentarios de Alicia Sangineti. Estos enlaces son muy útiles:

http://crimenesocultos.blogspot.mx/2012/02/doctores-estadounidenses-se-pronuncian.html

http://crimenesocultos.blogspot.mx/2011/08/la-experimentacion-viviseccionista.html

Ana, escribe a la autora de la tesis para que te la envíe: dircioazul@gmail.com

aidamonserrat dijo...

Felicidades por tan valiosa información, soy protectora de animales en mi ciudad y estos artículos son tan necesarios para tener buenos argumentos, a mi también me daría muchiisimo gusto seguir leyendo a autora de esta tesis, soy Aida Monserrat del grupo de protección animalasalvo mi correo: aidamonserrat@gmail.com

Tiempo Animal dijo...

Hola aidamonserrat. Ponte en contacto con la autora del mismo para que te facilite una copia de su tesis. Su correo es: dircioazul@gmail.com
Saludos Cordiales.
Raúl