“SOS GREEN HILL”: ¡VICTORIA!
Liga Anti Viviseccionista, Italia, 23 de julio del 2012.
UN ACONTECIMIENTO HISTÓRICO EN LA LUCHA ANTIVIVISECCIONISTA Y POR LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES.
En los próximos días 2500 perros del criadero Green Hill podrán ser dados en adopción. La Fiscalía de Brescia ha dado a las asociaciones denunciantes -LAV (Liga Anti Viviseccionista) y Legambiente- la custodia judicial de los perros, los cuales podrán salir del criadero de vivisección. Las adopciones han quedado a cargo de dichas asociaciones, quienes ya han puesto manos a la obra para dar en adopción a los perros.
Desde México, felicitamos a las asociaciones que han conseguido este gran logro y a toda la gente en Italia que estuvo luchando y continúa haciéndolo.
“Esperamos que -como afirmó la bióloga responsable del tema de la vivisección de la Liga Anti Viviseccionista de Italia- estos nuevos avances muestren claramente los horrores de la vivisección y lleven al primer plano las razones científicas y éticas que la combaten”, pues se trata de una victoria importante en la lucha contra la vivisección, un tema que hasta ahora parecía intocable.
¿QUÉ ES GREEN HILL?
Green Hill es un criadero de perros situado en Montichiari (Brescia) que produce beagles destinados a los laboratorios de vivisección de toda Europa. Dentro de estas instalaciones los beagles (como cualquier otra especie destinada a la vivisección) son criados en masa y sin llegar a ver jamás la luz del sol o poder pasear en un área abierta, mantenidos en el interior de jaulas de dimensiones exiguas, de las cuales salen únicamente para ser transferidos a su destino final: el laboratorio del cual sólo saldrán muertos.
Desde hace algunos años Green Hill es propiedad de Marshall Farm Inc., cuyo nombre es tristemente conocido en todo el mundo por ser la más grande productora de perros en el mundo.
Green Hill es el último criadero de perros destinados a la vivisección que hay en Italia.
¿POR QUÉ BEAGLES?
La experimentación animal es un fenómeno global involucra cerca de 150 millones de animales cada año, los cuales son utilizados y asesinados con fines pseudocientíficos.
Los perros beagles continúan siendo la raza más utilizada en los laboratorios de vivisección. Sin embargo, la elección de esta raza y no de cualquier otra carece de una verdadera base racional; el único elemento que tendría que ser decisivo, a saber, que el animal tenga características morfológicas, fisiológicas y bioquímicas aplicables al ser humano, no es tomado en consideración: se opta por este tipo de animales por su tamaño, su resistencia cardiaca, su temperamento dócil y su capacidad para vivir en grupo.
Las aplicaciones para esta especie de perros son muchísimas; estudios de toxicidad de sustancias de tipo industrial, sustancias de abuso como el alcohol o los estupefacientes, estudios sobre el cáncer, trasplantes de órganos, modificaciones genéticas, prácticas quirúrgicas, etcétera…
Todos estos tipos de experimentos se siguen llevando a cabo a pesar del evidente fracaso científico de la experimentación con animales. Pues como ha dicho el Dr. Pietro Croce:
“No existe un modelo experimental del ser humano. Todas las especies, todas las variedades de animales e incluso los individuos de una misma especie, difieren entre ellos. Ninguna experimentación realizada con una especie puede ser extrapolada a otra. La creencia de que esa extrapolación puede ser legítima es la principal causa de los fracasos, y en ocasiones de las catástrofes, que la medicina moderna nos inflige, especialmente en el ámbito de los fármacos.” (Vivisezione o Scienza: Una Scelta).
A pesar de las miles de opiniones de importantes científicos y de las pruebas reales del fracaso de la vivisección, este infame negocio sigue en pie para beneficio de una de las industrias más poderosas del planeta, la industria farmacéutica, la cual, con el apoyo del gobierno y la complicidad de los medios oficiales de comunicación nos siguen presentando este tipo de atrocidades como “un mal necesario”.
Revista Tiempo Animal
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